jueves, 16 de septiembre de 2010

De ensueño

Anteayer pasé por esa obra de demolición y pensé que tenía que apurarme antes de que la "topadora fatal del progreso¨acabara con el mural. Me acordaba bien de él; estaba en un bar viejo y modesto en el que solía comer gente muy pobre de la zona, como los cuida coches, que se sentaban solos bajo ese paisaje pretendidamente idílico a encarar su modesto plato de comida en silencio. Hoy el bar ya no existe, ha sido devorado por la ciudad en constante cambio y lamento no haber tomado nunca una foto de su interior cuando aún estaba vivo.