Esta tarde volvieron a atacarnos los alienígenas con su rayo paralizante y la mayor parte de la ciudad parecía la Buenos Aires de El Eternauta, (ver aquí) desierta de toda vida tras ser cubierta por una nieve maligna. Fue una feliz coincidencia, porque le permitió a los escasos sobrevivientes del cobarde ataque mirar el partido Uruguay vs Sudáfrica en la tele. Aquí y allá se escuchaban, cada poco rato, horribles alaridos posiblemente emitidos por las gargantas de aquellos infelices que, por el tono de sus ayes, probablemente habían sido alcanzados por las armas extraterrestres y sentían que sus mentes se deslizaban hacia insondables abismos de insania. Pero al terminar, todo retornó a una bulliciosa normalidad y algunos ciudadanos y ciudadanas se dejaron ver agitando banderas con una muy uruguaya timidez. Y recién vamos en la segunda fecha...
miércoles, 16 de junio de 2010
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Esta tarde volvieron a atacarnos los alienígenas con su rayo paralizante y la mayor parte de la ciudad parecía la Buenos Aires de El Eternauta, (ver aquí) desierta de toda vida tras ser cubierta por una nieve maligna. Fue una feliz coincidencia, porque le permitió a los escasos sobrevivientes del cobarde ataque mirar el partido Uruguay vs Sudáfrica en la tele. Aquí y allá se escuchaban, cada poco rato, horribles alaridos posiblemente emitidos por las gargantas de aquellos infelices que, por el tono de sus ayes, probablemente habían sido alcanzados por las armas extraterrestres y sentían que sus mentes se deslizaban hacia insondables abismos de insania. Pero al terminar, todo retornó a una bulliciosa normalidad y algunos ciudadanos y ciudadanas se dejaron ver agitando banderas con una muy uruguaya timidez. Y recién vamos en la segunda fecha...
