sábado, 15 de mayo de 2010

Serpientes

A primera vista podría decirse que el hombre lidiaba con un nido de víboras, pero no era así, eran simplemente culebras, eso sí, de grueso calibre y tan entreveradas que costaba decidir cuál era cuál. De todos modos, los transeúntes del mercado de Maceió, en el estado de Alagoas, en el nordeste de Brasil, lo miraban fascinados, aguardando por el previsible desenlace de la curiosa situación. Obviamente el señor ofrecía algún producto que ya no recuerdo, pero lo que sí recuerdo perfectamente es el momento en sí y las expresiones, mezcla de miedo y asco, de los presentes ante el reptante espectáculo.