Cuando el sol se va a dormir y el día, con su habitual caballerosidad, le cede el paso a la negra noche, las estrellas comienzan a asomarse por allá arriba poco a poco, tímidas y bellas. Alguna de ellas, más generosa que las demás, se arrima hasta la ciudad para ofrecerle a los cansados habitantes de regreso a sus hogares sus restauradoras maravillas, como la Estrella Azul, que destella en la creciente oscuridad como un faro para los extraviados navegantes.miércoles, 12 de mayo de 2010
La Estrella Azul
Cuando el sol se va a dormir y el día, con su habitual caballerosidad, le cede el paso a la negra noche, las estrellas comienzan a asomarse por allá arriba poco a poco, tímidas y bellas. Alguna de ellas, más generosa que las demás, se arrima hasta la ciudad para ofrecerle a los cansados habitantes de regreso a sus hogares sus restauradoras maravillas, como la Estrella Azul, que destella en la creciente oscuridad como un faro para los extraviados navegantes.