jueves, 1 de abril de 2010

Cucha

El dueño del perrito tiene un puestito de venta callejera en plena avenida 18 de Julio y para no dejarlo solo en casa, lo trae consigo al trabajo y lo instala junto a un banco de hierro, como un jubilado más. Indiferente al ruido del tránsito y a la gente que circula apresurada por la vereda, el animalito pasa la mayor parte del tiempo echado con toda tranquilidad y dando muestras de poseer una calma y un distanciamiento dignos de un monje budista.