jueves, 11 de marzo de 2010

Sentimentales

Los músicos de la banda del Batallón de Blandengues limpiaban sus instrumentos con esmero, en preparación de las celebraciones por el aniversario de la unidad, cuando los sorprendí en plena tarea. A pesar de su aspecto marcial, sutilmente sugerido por su uniforme de fajina camuflado, perfectamente adecuado para disimularse entre la maleza en medio del fragor del combate, el detalle del poster, arriba a la derecha, los delataba. En el fondo del corazón del más duro de los recios, siempre hay un pequeño lugar para los sentimientos tiernos -y hasta para la cursilería más militante, me atrevería a afirmar.