martes, 2 de febrero de 2010

Creencias

Anoche, después de colocar en mi página la fotografía del señor de los anzuelos, estuve pensando en qué diferentes pueden ser los sistemas de creencias de la gente y cuán disímiles las maneras de alcanzar el éxtasis místico.
Finalmente habíamos llegado a Piriápolis tras un día bastante complicado y estábamos cenando en el fondo de la casa, rodeados de plantas. En la oscuridad no podíamos ver las flores, pero podíamos sentir su aroma. Un sapo solitario competía en ofrecernos la música de fondo con el saxo de Dexter Gordon que se dejaba oir desde el equipo de música, en una grabación de inicios de los sesenta, uno de sus mejores períodos (¿tuvo algún período mejor que otro?) Acabábamos de escuchar "You've changed" y Dexter estaba en medio de la maravillosa "Don't explain". Descansando y cenando plácidamente, escuchando al gran Dexter (y al pequeño, pero meritorio sapo), de pronto me pareció sentirme, aunque no fuese más que por un breve lapso, en el paraíso.
Sin duda que lo mío es más fácil que lo de los faquires, e incluso que lo de los amigos de la foto de hoy, tomada hace más de treinta años en Chichicastenango. Había terminado la misa dominical y el cura había cerrado la iglesia, los fieles rezagados debieron contentarse con rezar y quemar copal frente a la puerta trancada, como si estuvieran en penitencia.