miércoles, 16 de diciembre de 2009

El crucificado

Hacía calor y al salir de la agencia decidí volver por la rambla, en vez de hacerlo, como siempre, por 18 de Julio. Había bastante gente, entre los cuales descubrí a este pobre hombre. Estaba "crucificado" al césped de la plazoleta, parecía dormido, cuando abriese los ojos, lo primero que vería sería el intenso azul del cielo. Por si fuera poco, se escuchaba el rumor de las olas golpeando contra los murallones cercanos, una verdadera pesadilla.