jueves, 26 de noviembre de 2009

Los ángeles

Los fotógrafos -mejor dicho, algunos fotógrafos- libramos una lucha permanente por pasar desapercibidos, por adquirir, como dijo Cartier-Bresson, el "color de la pared". Mera ilusión, claro. Aparte de que de acuerdo con el principio de Heinsenberg la presencia del observador modifica el entorno, hay otros factores no tomados en cuenta por la mecánica cuántica.
En esa foto, por ejemplo, mediante un esfuerzo y la aplicación de técnicas apropiadas, conseguí que casi todos los personajes que entraban en el recuadro de mi cámara se olvidasen momentáneamente de mi presencia. Salvo uno: ese pequeño ser alado que mantiene clavados en mi sus ojos interrogantes, como para recordarme que sin importar lo que haga, siempre estaré siendo observado.
Como fui educado en la tradición cristiana, lo veo como un ángel, si hubiese sido educado como musulmán, seguro que lo vería como un djinn...