martes, 20 de octubre de 2009

Colores urbanos III

En ocasiones el colorido es fruto de la sensibilidad de los dueños de algunas viviendas, que valientemente deciden romper con la monotonía habitual de nuesta arquitectura ciudadana y alegrarnos la mirada. A eso puede añadírsele el efecto aleatorio producido por el desgaste natural causado por el pasaje del tiempo y la acción de los elementos, como si un pintor hubiese trabajado cuidadosamente con su espátula la suerte de lienzo cambiante en que se van convirtiendo esos muros.
Cada descubrimiento de esa índole es una alegría y un motivo más para vagar por las calles de la ciudad, de cualquier ciudad.