De entrada me pareció que lo conocía. Estuve tratando de recordar unos momentos, el personaje con su cigarro, pero la dualidad de la imagen me confundía. Tras unos acuciantes y algo preocupantes momentos durante los cuales no conseguía resolver el enigma, al fin se hizo la luz: era nada menos que Julio Cortázar, el escritor, cuyos libros alegraron los primeros años que siguieron a mi adolescencia. Rayuela, Los premios, Octaedro, Modelo para amar y tantos otros. Pero ahora quedaba sortear un último escollo. ¿Cuál de los dos fumadores era, el de la izquierda o el de la derecha? Maldita memoria...