En toda Cuba el acceso a internet es muy limitado. Los particulares, con excepción de los residentes extranjeros, no pueden tener internet en su casa y como los cibercafés son más que escasos, los que se quieran conectar, locales y foráneos, deberán acudir a los pocos lugares adonde hay una (pobre) conexión
wi fi, en las plazas públicas y junto a los hoteles caros.