Ayer por la tarde me sentí como Jimmy Stewart en
La ventana indiscreta (
link). Me asomé a la calle por la ventana y horrorizado descubrí lo que dì por sentado eran los rastros de un odioso crimen. Estuve por llamar a la policía para advertirles de mi descubrimiento, pero después lo pensé bien y preferí dejarlos tranquilos, pobres. Hacía demasiado calor como para estar dando vueltas alrededor de un cuerpo.