Ignoro quién pueda ser el personaje de grandes bigotes del retrato al óleo, pero de lo que estoy convencido es de que seguramente nunca se imaginó que llegaría a compartir una habitación con algunos jovenzuelos disputando encarnizadas batallas virtuales con monstruos imaginarios. A veces me pregunto cómo será el mundo cuando haga ya un buen tiempo que yo ya no esté, es posible que todo lo que pueda imaginar ahora sea erróneo.