En
Justine, el primer libro de su
Cuarteto de Alejandría, Lawrence Durrell escribió sobre la ciudad "
En la intensa quietud de esas tardes de invierno hay un reloj: el mar". Alejandría es una ciudad marítima; a sus espaldas está el lago Mariotis y un poco más allá, el desierto. Estuve allí en 1998 y cuando me sentía agobiado por la ciudad, sumergida en las privaciones del Ramadán, me iba a la
corniche a encontrarme con mi viejo amigo el mar.