No hay caso, febrero continúa siendo un desastre. Sale el sol, deja que nuestros corazones alienten la esperanza de recobrar el verano, antes de que se le acabe el tiempo, y a continuación llueve torrencialmente, estilo monzón. Alguna gente ni siquiera se molesta en salir de abajo del paraguas, y por las dudas, muchos incluso portan uno de repuesto, por si acaso, como una rueda auxiliar en un coche...